martes, 30 de octubre de 2007

Amores y desamores


Elemental

Me disfrazo de lluvia
—disuelvo mi alma en gotas incoloras—
para empaparte.

Me envuelvo de tierra
—con accesorios vegetales—
para cultivarte.

Me diluyo en el aire
—diáfano e invisible—
para acariciarte.

Me incendio de fuego
—velado en llamas—
para quemarte.


Eran sus pechos de la justa medida de mis manos

sus ojos del color de mis visiones
su boca generoso albergue para besos huérfanos
y sus manos
—ay, esas manos que parecían flamencos al vuelo—
fuente inacabable de mis arrebatos…
pero nunca me acariciaron.

Cuando reía bailaban los delfines
a su paso se incendiaban las farolas
en su cintura habitaban recientes mariposas
y sus piernas
—ay, esas piernas que parecían columnas griegas—
origen natural de mis desvelos…
pero nunca me rodearon.

Su piel fue urdida por las manos prodigiosas
de la tejedora de los prodigios eróticos
era tan suave como la arena nueva
y sus caderas
—ay, esas caderas que hacían enloquecer a la rosa de los vientos—
movimiento perpetuo de mis locuras…
pero nunca me atraparon.


Ese modo que tienes

Ese modo que tienes
de desafiar a la mañana
vestida de bruja nueva
convertir las lágrimas en rocas
ser estrella nocturna,
con vocación de faro
luz boreal de mis locuras.

Ese modo que tienes
de atravesar el pantano inmaculada
guerrera feroz en mil batallas
y ondear como bandera tu sonrisa
paloma blanca, alianza inevitable.

Ese modo que tienes
de mirar a través de los objetos
pedir todo sin esperar nada
ser fantasma en noches desveladas
sinfonía de los tres tiempos.

Ese modo que tienes
de pregonar tu verdad al primer viento
inventarte y nacer cada mañana
llenar espacios que dejaste vacantes
con ansias de cometa liberada.

Ese modo que tienes
de ser siempre una hoja en blanco
que habitará en la punta de mi pluma
por los siglos de los siglos…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente poesía
Gamba