lunes, 15 de septiembre de 2008

La luna ya no es


lo que solía ser
en esos tiempos en que los compositores de boleros
se bañaban de inspiración con su luz

“luna tu que la conoces y sabes de las noches
que juntos pasamos en la orilla del mar”.

Cuando los hombres se convertían en lobo
y la melancolía atrapaba a los gatos del callejón
que le ofrecían su concierto de maullidos
justo a la hora de las brujas.
Selene vanidosa se ponía sus joyas de luz
y provocaba a los amantes de estreno
a entregar en su nombre la piel y el alma.

La luna ya no es lo que solía ser
y aunque esconde sus arrugas en la cara oculta
y se inyecta botox en cuarto menguante
no puede evitar a que Amaltea, Metis y Adrastea
anden de trotaconventos por el Sistema Solar
contando a todos sobre el climaterio
y los demonios de media noche
que atormentan a su hermana mayor.

La luna se mira en el espejo del océano
y ante la inminencia de de la celulitis
convoca a las mareas y tsunamis
para que descarguen su ira gremial
sobre los poetas que dejaron de cantarle.

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Una luna fantástica, Álvaro, que, aunque parezca que ya no es lo que era está llena de fuerza y misterio.

Un abrazo
Ana

Álvaro Ancona dijo...

Ana Muela:

iluminas el blog con tu presencia.

Venga el abrazo.