viernes, 21 de noviembre de 2008

Certidumbre matinal




Hoy desperté asombrado de estar vivo
escuchando por la radio “Enciende mi fuego”
de Morrison y el corazón palpitando al ritmo
de la batería. ¡Qué sorpresa vivir!
qué privilegio haber hallado la coincidencia biológica
de genes y destinos, el milagro de sumas
y multiplicaciones en el ábaco del tiempo
que acumula cuentas de colores en sus brazos.

Hoy desperté y celebré que estaba vivo,
que había renacido de la muerte fugaz de la noche
y se hizo la luz al abrir las cortinas y saborear
el bullicio de la urbe que abría los ojos y se estiraba.
Me gustó saberme despierto
e improvisé con el coro de pájaros diletantes
que habitan en el alfeizar de mi ventana
la última estrofa del himno a la alegría
por el puro placer del dilema de ser o no ser.

1 comentario:

Ana Muela Sopeña dijo...

Celebrar que estás vivo, qué buena idea. Tu poesía es vitalista, está llena de fuerza y de sentido del humor. No hay nadie que escriba en este tono emotivo que tu escribes. Leerte es disfrutar.

Precioso poema, Álvaro. Ahhhh, justo hoy he visto tu mensaje. Sí, me doy por abrazada. Darte el blog de oro ha sido una alegría y un honor. Siempre es un honor.

Un abrazo o dos
Ana