viernes, 27 de febrero de 2009

Interludio


El árbol de la inspiración deja caer sus postreras hojas
secas del invierno en forma de palabras, que al ritmo
sereno de la pluma se convierten en poesía.
Sus ramas están pobladas de nidos donde
las musas vigilan con ternura los huevos de los versos
que romperán el cascarón al primer ardor de primavera.
Un poco de paciencia, que viene el tiempo de la vendimia
y mis voces serán golondrinas que emigrarán directo
al espacio vacante donde habitan tus silencios.

3 comentarios:

antonietta valentina bustamante dijo...

Que belleza, Álvaro..! Que belleza!, por aquí ando de visita.
Un abrazo, poeta, seguimos leyéndonos. Es inmenso este poema...

Álvaro Ancona dijo...

Es una visita que siempre llena de luz este blog. Bienvenida.

Álvaro

Ana Muela Sopeña dijo...

Bellísimo poema, Álvaro.

Disfrutar de tu poética es abrir el corazón a la vida.

Enhorabuena
Una admiradora
Besos
Ana