sábado, 20 de noviembre de 2010

De mi libro de paradojas

En el mundo hay tres clases de personas: las que saben contar y las que no.

Yo solía ser un indeciso, pero ya no estoy seguro.

Yo nunca olvido una cara, pero en tu caso haré una excepción. (Groucho Marx)

La vida es algo demasiado importante como para ser tomada en serio. (Óscar Wilde)

La verdad absoluta no existe y esto es absolutamente cierto.

El que no ha ido al Casino no sabe lo que se pierde.

Esta obsesión de suicidarme me está matando.


Si nos encuentran estaremos perdidos. (Hermanos Marx)

A los violentos había que matarlos a palos.

Los hombres son viejos cuando el trabajo deja de ser una diversión y la diversión empieza a ser un trabajo.

2 comentarios:

Sylvia dijo...

¡Me encanta tu selección del libro de paradojas!
Esta es la que me corresponde a mí, a estas alturas de mi vida... ;-)

"Yo solía ser un indeciso, pero ya no estoy seguro."

De veras...¿de qué se puede estar seguro, aún de ser un indeciso? Guay! A lo que hemos llegado, al menos así lo pienso yo... por eso siempre uso puntos suspensivos!

Gracias, Álvaro, y abrazos desde la Patagonia Argentina.

Álvaro Ancona dijo...

Mi querida Silvia:

de lo único que podemos estar seguros es de la teología del instante. Hoy es undía muyimportante. Un abrazo desde la capital de México.