Todo lo que exigía era nacer
su derecho inalienable a subsistir
crecer, multiplicarse
llegar a ser y estar,
clamaba por no ser abortada
vivir en el útero de la inspiración…
era una idea.
Certezas perdidas
Para olvidar la razón de la derrota
y el sabor a eternidad de las pasiones
congelé las verdades arbitrarias
extravié las certezas clandestinas
y al extinguir la última de las estrellas
que alumbraba el camino de regreso
clausuré las puertas a la primavera
y la dejé morir de invierno fulminante.
De mi primera reencarnación
En realidad no supe que era lagartija y
viví con arrogancia de dinosaurio
combatiendo diluvios y tormentas
hasta que por avatares del destino
una espada cruel cortó mi cola.
Supe entonces que no llegaba a salamandra
que mi vida era sólo una quimera
y tuve que rodar camino abajo
perdido el equilibrio y el orgullo
a esperar que me saliera una nueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario