martes, 2 de diciembre de 2008

Hachís


En el Pent House de la chifladura
las jirafas son tan altas que engullen nubes
como si fueran algodones de azúcar,
los rinocerontes se sueñan unicornios azules
y los pingüinos ofrecen al espectador
la ópera prima de su ballet antártico.
Sentado en el palco de honor
el poeta solicita a gritos el encore
del último cuadro de la danza del vientre
con el que la elefanta rosa cerró el show.

4 comentarios:

Rossana Hasson Arellano dijo...

Si, las he visto, esas elefantas Rosa, son muy dadas a bailar la danza del vientre y otras que ni te explico, dicen,,, por lo que me han contado que siempre,,,siempre...siempre, quieren cerrar NO solo los Shows, ellas andan con un cierre de continuo en la cartera...
Por lo que me han contado...
BESOS
MUCHOS
Una lluvia de ellos
Rossana

Álvaro Ancona dijo...

Pero cómo me gusta encontrarte merodeando con tu espléndida prosa por mi antro.

Álvaro

Rossana Hasson Arellano dijo...

De lo bueno que me dejo la P.Pura, es el haber conocido gente Maravillosa, entre ellos estás.
Por suerte existen estas casas, llamadas Blogs, para poder visitarlos de vez en vez, de cuando en cuando.
Otra lluvia de besos esta vez hasta con arco... iris
Un gusto
SIEMPRE
Rossana

Álvaro Ancona dijo...

Pues la puerta permaneceráabierta siempre,Rossana. Tu amistad me honra.