Sueños de un largo día de primavera

1.
Nadie supo en qué momento surgieron los verdores prematuros
pero la ninfa crisálida asomó la cabeza y escapó del capullo
para hacer su debut en la sociedad primaveral del primer día.
Agradeció con un cabriolee tornasol de sus alas de estreno
la bienvenida que le ofrecía la luminosa escolta de luciérnagas
y una columna de grillos chambelanes que entonaban
el allegro pastorale de la primavera de Vivaldi en mi mayor.

2.
Fue el equinoccio más largo en la memoria de los árboles.
Los dioses consagraron la mañana con su eucaristía de colores
desplegando una sonrisa de siete colores en la bóveda del cielo
y los pájaros del invierno emergieron de sus blancos claustros
para intentar su primer vuelo de reconocimiento de la vida.
Las hespérides abandonaron sus melindres en el ropero
y celebraron esparciendo el polen de su castidad sobre las flores.