miércoles, 15 de septiembre de 2010

Silencio



Quise escuchar la voz del viento que me hablaba al oído
y la copla del río al pasar por debajo de los puentes,
a los pájaros que a canon coreaban el canto a la alegría
y al mar que afinaba el concierto de tres tiempos,
pero ese día, precisamente ese maldito día…

me quedé sordo.

6 comentarios:

P. dijo...

Me quedé sordo por la voz del viento.

La clase de letras que me agrada devorar.

Álvaro Ancona dijo...

Quien mejor que un Ángel para visitarme.

Sylvia dijo...

¡Ufa! Qué mala leche...
Al menos tu queja es poética, muy bonita.
Agradecida y cariños!

Álvaro Ancona dijo...

La poesía arregla todo, Sylvia. Gracias por venir.

antonietta valentina bustamante dijo...

Ojos de ancestrales mareas pueden oír la voz del viento y su eco...
pieles de canela y menta, pueden oir la copla del río en todos los idiomas
manos de tinta y dulzura, escuchan ese ir y venir marino y eterno
que sonsaca ronroneando, como gato empedernido mis desvelos...

Un abrazo, Álvaro.
Yo, reportándome, maestro.

Álvaro Ancona dijo...

AVA:

eres parte dee mis palabras. Siempre haces falta.