Érase que se era…
—¡No
manches!, ¿así va a empezar tu novela?
—Claro,
no ves que es un cuento de princesas y dragones y cosas así, a la antigüita.
—¿Y
quién carajos va a leer algo semejante en el siglo XXI. Deberías escribir cosas
de moda, como magos o vampiros.
—Por eso no progresas como musa. En lugar de
inspirar te la pasas proponiendo tonterías. Los magos estuvieron de moda en la
literatura medieval, y los vampiros en el siglo XIX. El tal Stoker escribió Drácula a finales de ese siglo.
—Y tú por eso no vendes un pinche libro. Por
ignorante. Los libros más vendidos a principios del siglo XXI han sido los de
Harry Potter y los de Crepúsculo. Unos de magos y otros de vampiros. La Rowling y la Meyer están contando sus millones dólares y tú no tienes
para pagar la renta de este rascuache depa que se cae a pedazos. Soy una de las
musas más pránganas del siglo. No tengo qué ponerme y hace meses que no me
sacas a pasear. Esto no es vida.