Matrioshka
La empiezo a conocer: surge una extraña
detrás de cada rostro la sorpresa
analizo, descifro el laberinto
inicia la aventura. ¡No era ella!
Con el alba aparece un pentimento
nueva rúbrica oculta en su sonrisa
conejo blanco que brinca de un turbante
para recomenzar el juego de la espera.
Cuando luce la más feliz de las mujeres
destapa de un zarpazo la añoranza
el mas resplandeciente de los soles
se torna eclipse e inventa las tinieblas.
¿Quién eres? pregunto ingenuamente
delirio es vivir con todas ellas
niñas, señoras, tigresas y palomas
en el mismo embalaje de madera.
La bailarina
Estática, estética, cautiva en la vitrina.
Veinte años en la misma posición
pose de bailarina, vino de Madrid
no tiene nombre simplemente:
danzarina de Lladró.
Sonrisa inefable mueca de virtuosa
experta sutil, etérea, insondable,
puede romperse con una caricia
con el beso de unos ojos temerarios.
Mi bailarina esencia de porcelana
frágil como sueño de mujer.
5 comentarios:
Siempre me gustaron mucho estos dos poemas....y para mi sorpresa...vuelvo a llerlos. Serán siempre maravillos
Un abrazo
La bailaria... ahhh, lindo, bueno leerte Álvaro.
Abrazote
Lucero
FELICITACIONES
Lucero
Antonietta:
estoy recuperando en el blog los poemas viejos. La bailarina y la Matrioshka siguen quietecitas en la sala.
Álvaro
Siempre bienvenida, poeta Lucero.
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