La Arcadia
La novela inicia en el velorio de Alonso Casanova, un legendario antropólogo, Mayoral de la Arcadia, una cofradía de longevos historiadores e investigadores de la historia antigua, fanáticos de Egipto. Los herederos acuden a la casa del Tío Alonso, ubicada en una Privada en la que vivían los ocho árcades de Amón Ra, tan famosos por sus libros y ensayos, como por su homosexualidad. Roberto, acompañado por su novia Isadora —doctora en antropología—, descubre restos humanos en el sótano de la casona y se desata una cadena de acontecimientos misteriosos que desembocan en el descubrimiento del Conjuro de Tutamón, un misterioso rito que prolonga la vida de los árcades de manera asombrosa. Isadora descubre, a través de una investigadora alemana, que el rito incluye la antropofagia.
Los personajes de la novela se presentan a sí mismos, le hablan a un Dios que el lector tiene que descubrir.
El salón de los espejos
Tania, una inquieta psicóloga decide hacer un ensayo para intentar actualizar la idiosincrasia del mexicano del siglo XXI. Para ello, reúne a un grupo de veinte mexicanos de todas clases, durante ocho días, en una casa apartada de la Ciudad de México: un importante empresario, dos o tres políticos, amas de casa, obreros, burócratas, baby boomers, niñas liberadas, caciques, intelectuales, campesinos, etcétera. Cada uno cuenta su vida a los demás, sus particulares circunstancias, y el heterogéneo grupo se enfrenta a las distintas realidades. Interactúan, cantan, juegan, se emborrachan juntos y se van conociendo. Personas que en el mundo real no se dirigen la palabra. Un intelectual, les va narrando la historia del país que genera divertidas y profundas reacciones en los invitados.
En el Salón de juntas, hay un espejo para cada invitado, y poco a poco, tienen que enfrentarse a sí mismos.
La novela tiene ocho capítulos, uno por cada día de la semana.
Fulminado por la letra
Un escritor de cincuenta y seis años decide abandonar su trabajo, a su esposa e hijos, para escribir la más importante de sus obras. Después de un año de intentos, no ha logrado escribir ni la primera página. Frustrado, amargado, se refugia en el alcohol. Una noche, se queda dormido y de repente se encuentra ante un tribunal que lo juzga. El jurado está formado por los más grandes escritores de todos los tiempos. El fiscal es Oscar Wilde, el defensor Miguel de Cervantes. Lo declaran inocente por pretender escribir una obra inmortal, y le designan a siete tutores para que lo aconsejen durante veinticuatro horas cada uno. Elige a: Cervantes, Wilde, Shakespeare, Borges, Octavio Paz, sor Juana Inés de la Cruz, y Hemingway.
Los siguientes siete capítulos, narran la conversación que tiene con ellos, en la que le relatan su vida, sus motivaciones, y los consejos para escribir.
Por supuesto aparece una musa, Calíope, que lo impulsa y le pone el toque romántico a la novela.
El club de los perdedores
Un grupo de cinco estrafalarios personajes: un burócrata de cuarta, una obesa actriz de segunda, un escritor que no ha publicado nada en cincuenta años de pegarle a la letra, una gitana más flaca que un alfiler y un hombrecillo insignificante, decide abandonar su vidas gris y reunirse en una cofradía de perdedores. Los que están casados abandonan a su familia y los demás dejan su casa para reunirse en una sola. Deciden hacer un equipo al que ellos mismos bautizan como el Club de los perdedores y enfrentar a la sociedad que los rechaza y se burla de ellos como una unidad.
La serenata
El maestro de una universidad privada, de cuarenta años, divorciado, decide llevarle serenata a una de sus alumnas de último grado, que ha estado coqueteándole durante toda la carrera. Apoyado por uno de sus mejores amigos, y con copas al estilo de las películas antiguas, contrata a un trío y despierta a la pupila con una serenata al estilo antiguo que desencadena una serie de acontecimientos. Cada canción de la serenata es un capítulo del libro que incursiona en el mundo del espectáculo y en la más importante cadena de televisión de América latina.
El Casting
Un amargado hombre de cincuenta y nueve años, solitario, pobre y sin futuro, decide quitarse la vida el día de su cumpleaños sesenta. Prepara una serie de actividades de despedida, comidas, libros, música, lugares a visitar. En los ocho días se involucra con diferentes personajes, un taxista filósofo, una teibolera, un primo hermano que se quedó atrapado en la década de los sesenta, y se generan acontecimientos muy emocionantes que le dan razón de ser a la semana.
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