Quise escuchar la voz del viento que me hablaba al oído
y la copla del río al pasar por debajo de los puentes,
a los pájaros que a canon coreaban el canto a la alegría
y al mar que afinaba el concierto de tres tiempos,
pero ese día, precisamente ese maldito día…
me quedé sordo.
6 comentarios:
Me quedé sordo por la voz del viento.
La clase de letras que me agrada devorar.
Quien mejor que un Ángel para visitarme.
¡Ufa! Qué mala leche...
Al menos tu queja es poética, muy bonita.
Agradecida y cariños!
La poesía arregla todo, Sylvia. Gracias por venir.
Ojos de ancestrales mareas pueden oír la voz del viento y su eco...
pieles de canela y menta, pueden oir la copla del río en todos los idiomas
manos de tinta y dulzura, escuchan ese ir y venir marino y eterno
que sonsaca ronroneando, como gato empedernido mis desvelos...
Un abrazo, Álvaro.
Yo, reportándome, maestro.
AVA:
eres parte dee mis palabras. Siempre haces falta.
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