A quién pretendes engañar con tu sonrisa,
si justo en el fondo de tus niñas, puede leer
un ciego el argumento textual de la tragedia.
No lo alcanzo a ver pero a tientas intuyo
que atrás de la promesa de tus ojos
hay un dique que sujeta cántaros de lluvia.
A quién intentas seducir con hilos de cometa
o con esos rubores de verano confundido
si basta contemplar tu andar cansado
para sentir la escarcha del invierno
que buscas embozar en la comedia.
Por qué no dejas que vuele tu nostalgia
que se convierta en jilguero y que convoque
con su sutil melodía a los recuerdos.
Intenta que el dolor se vaya al cielo
y se transforme en manantial de lágrimas
para lavar la pena que te está matando.
1 comentario:
Hermosa invitación, hecha poema, al llanto consolador.
Un saludo.
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