Me gustas cuando votas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, el partido te invoca.
Parece que los votos se te hubieran volado
y parece que el Peje te cerrara la boca.
Como todas las urnas están llenas de mierda
emerges de las tropas, de la sutil tiranía.
Burócrata de ensueño, te pareces a Peña,
y me oyes desde lejos, el partido te invoca.
Parece que los votos se te hubieran volado
y parece que el Peje te cerrara la boca.
Como todas las urnas están llenas de mierda
emerges de las tropas, de la sutil tiranía.
Burócrata de ensueño, te pareces a Peña,
Y te pareces a la enhiesta Josefina.
Me gustas cuando votas y estás como distante.
Y estás como quejándote, jubilado en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y la lana no te alcanza:
Déjame que gobierne con el silencio tuyo.
Déjame que te mande también con tu silencio
claro como una diputada, santo como un obispo.
Eres como la maestra, callada y restirada.
Tu silencio es de borrego, tan ventajoso y sencillo.
Me gustas cuando votas porque estás como ausente.
Distante y silencioso como ordena Norberto.
Una mordida entonces, una sonrisa bastan
Y estoy alegre, alegre de alcanzar el gobierno.
Me gustas cuando votas y estás como distante.
Y estás como quejándote, jubilado en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y la lana no te alcanza:
Déjame que gobierne con el silencio tuyo.
Déjame que te mande también con tu silencio
claro como una diputada, santo como un obispo.
Eres como la maestra, callada y restirada.
Tu silencio es de borrego, tan ventajoso y sencillo.
Me gustas cuando votas porque estás como ausente.
Distante y silencioso como ordena Norberto.
Una mordida entonces, una sonrisa bastan
Y estoy alegre, alegre de alcanzar el gobierno.
1 comentario:
Hola Alvaro has escrito un poema lleno de verdades.
Un abrazo
Adelaida
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