Mujeres al borde de un ataque de poder
Álvaro Ancona
Nos oponemos al voto de los hombres (...) porque son demasiado emocionales a la hora de votar. Así lo revela su conducta en los partidos de béisbol y en las convenciones políticas, mientras que su tendencia innata a recurrir a la fuerza los incapacita especialmente para la tarea de gobernar.
Alice Duer Millar
Ser mujer en el primer mundo es difícil, pero serlo en el resto del mundo es heroico.
Ángeles Perillán
Muchos siglos antes de que naciera el concepto feminista, ya la Biblia nos había ofrecido dos versiones del origen del hombre. El Génesis dicta textualmente: “Y Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”. Pero en el siguiente capítulo cambia la historia y nos cuenta que, después de haber creado a Adán, decidió que no era bueno que estuviera solo y “de la costilla que Jehová, Dios, tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dos versiones muy diferentes en su esencia.
Y todavía la literatura hebrea nos ofrece otra historia. Lilith fue la primera esposa de Adán. Hecha con arcilla, igual que él, hermosa y libre. Pero nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que ponerse boca abajo era ofensivo, dado que eran iguales en todos los aspectos. No se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.
Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso. Adán rogó a Dios que la regresara, pero Lilith se negó. Dios proclamo: "No es bueno que el hombre esté solo", y creó a la sumisa Eva a partir de una de sus costillas.
Muchos siglos después, ya en la vida real, la sociedad se estructuró siguiendo la lógica del poder físico. El hombre, corporalmente más fuerte, se volvió el proveedor y la mujer, dotada con el don de la fecundación, se quedó en casa al cuidado del bienestar y la educación primera de la prole.
Cuando la fuerza bruta dejó de ser significativa para la supervivencia y fue sustituida por la inteligencia y la habilidad productiva, el hombre dejó de ser el macho Alfa de la tribu y empezó a compartir el manejo del mundo con su contraparte.
Pero llevaba muchos siglos de ventaja. El hombre se había adjudicado los puestos políticos, la empresa, la investigación científica e incluso las Bellas Artes. Un hándicap que le ha tomado años a la mujer superar.
Pero está sucediendo.
Los mitos de la inferioridad femenina, la mujer débil y liviana, de inteligencia inferior al hombre, han rodado por los suelos a la luz de la ciencia. En el siglo XXI, el volumen de la musculatura no significa nada. Es más, sobran pruebas de la mujer es mucho más fuerte. Soporta mejor que el hombre las condiciones adversas, el hambre, los rigores climáticos, el dolor y las enfermedades. Por eso, vive más años. Tan cierto, que los seguros de vida son más baratos para la mujer que para el hombre.
¿Cómo encontramos al sexo débil en la primera década del siglo XXI?
Estadísticamente, los hombres siguen en la cima. De los 193 países que existen en el mundo, solamente 14 mujeres han estado en el poder durante la última década:
Mary McAleese, en Irlanda, Vaira Vīķe-Freiberga, en Letonia, Tarja Halonen, en Finlandia, Gloria Macapagal Arroyo, en Filipinas, Chandrika Kumaratunga, en Sri Lanka, Angela Merkel, en Alemania, Helen Elizabeth Clark, en Nueva Zelanda, Khaleda Zia, en Bangladesh, Luisa Diogo en Mozambique y Ellen Johnson Sirleaf, en Liberia
En Ámerica, Michelle Bachelet, en Chile, Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, Dilma Rousseff en Brasil y Laura Chinchilla en Costa Rica.
Pero la tendencia se está revirtiendo.
Las mujeres se salieron de su casa y han tomado por asalto las universidades, las empresas privadas, las secretarías de Estado y las embajadas, las cámaras legislativas, los sindicatos, los gimnasios, los campos deportivos, incluso las cantinas, antros y todo lo que gusten y manden.
¿Está listo México para una Presidenta de la República?
¿Habremos superado finalmente el tiempo del machismo, de la misoginia, de la discriminación y de la inequidad de género?
Actualmente, hay dos secretarias de Estado, Patricia Espinoza en Relaciones Exteriores, y Gloria Guevara Manzo, en Turismo, una Gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco en Yucatán. Más de mil quinientas mujeres se postularán a cargos de elección popular gracias a la sentencia histórica del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Tenemos a una candidata por el Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, con posibilidades reales de llegar. Todos los analistas coinciden en eso, aunque la contienda electoral se adivina feroz. Veremos de qué cuero salen más correas.
Por lo que a mí toca, que gane el mejor, fuere cual fuere el género.
“Que Dios te permita vivir tiempos interesantes”, decía Confucio.
Y vaya que nos están tocando.
paradigmaconsultores@prodigy.net.mx
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