miércoles, 24 de noviembre de 2010

La luna ya no es lo que solía ser

La luna ya no es lo que solía ser
en esos tiempos en que los compositores de boleros
se bañaban de inspiración con su luz

“luna tu que la conoces y sabes
de las noches que juntos
pasamos en la orilla del mar”.

Cuando los hombres se convertían en lobo
y la melancolía atrapaba a los gatos del callejón
que le ofrecían su concierto de maullidos
justo a la hora de las brujas.
Selene vanidosa se ponía sus joyas de luz
y provocaba a los amantes de estreno
a entregar en su nombre la piel y el alma.

La luna ya no es lo que solía ser
y aunque esconde sus arrugas en la cara oculta
y se inyecta botox en cuarto menguante
no puede evitar a que Amaltea, Metis y Adrastea
anden de trotaconventos por el Sistema Solar
contando a todos sobre el climaterio
y los demonios de media noche
que atormentan a su hermana mayor.

La luna se mira en el espejo del océano
y ante la inminencia de de la celulitis
convoca a las mareas y tsunamis
para que descarguen su ira gremial
sobre los poetas que dejaron de cantarle.

4 comentarios:

Nítsuga Sotso Anibor dijo...

Luna, ¡Luna sedienta! ¿A quién miras?

A demasiados poetas inspira, ¿por qué será?

Álvaro Ancona dijo...

Pura magia, Agustín. Es una dama seductora.

Literalia dijo...

Querido Álvaro:
Tienes la magia para arrancarme una sonrisa cada vez que te leo.
A más de hermosa, me sonó melancólica y llena de bellos recuerdos por mis seres queridos, (incluido un servidor en la etapa e mi juventud temprana)
Saludos afectuosísimos:
Arturo

Álvaro Ancona dijo...

Gracias, Arturo: siempre tienes la palabra amable.