Fulminado por la letra

Opus uno

Te he elegido a ti, lector in fabula, hombre o mujer sin rostro, sin edad ni nacionalidad, aunque necesariamente ciudadano de algún país de habla hispana, por eso del lenguaje, para contarte lo que hago, hice o haré, lo que pienso, pensé o pensaré, lo que vivo, viví o viviré, si es que lo vivo. Una especie de diario, de autobiografía, de confesión, sin orden temporal y por supuesto, eso sí lo firmo, sin prejuicios ni puritanismo alguno. Lo que salga, como salga y a la hora que se le de la gana salir.

           

Tenía tiempo meditando sobre esto. Escribir algo todos los días, como quehacer   obligatorio. Puede ser que un día amanezca con la lírica pegada al cerebro y te deje una poesía, o con la conciencia alborotada por los periódicos, la nueva guerra de Libia, o la estupidez cotidiana de la mayoría de nuestros políticos y te ofrezca entonces una crítica lo más meditada posible al sistema.

           

El lunes es un buen día para empezar cualquier cosa. Principio de semana. Y empieza bien, pues la Editorial Pelícano anuncia el lanzamiento internacional de mi novela “El club de los perdedores”. Se puede comprar pulsando: http://www.editorialpelicano.com/cat%C3%A1logo/el-club-de-los-perdedores/ Es un nuevo estilo de edición. Publican libros en papel, a la manera tradicional, y los distribuyen a través de Amazon. Veremos qué sucede.

            Estamos de estreno con la primavera. Recién nacida, pero nadie puede negar que provoca retumbos en el metabolismo. He dejado un par de poesías alusivas en facebook, en este Blog y en Poesía pura. Coincide el inicio del primer verdor, prima (primer) y vera (verdor), con el natalicio de Benito Juárez, único aniversario de alguien que se celebra oficialmente en México.

Estoy ansioso por la salida de mi libro “El laberinto escondido de Dios” que debo de tener en las manos a más tardar mañana. Las imprentas son impuntuales desde Gutemberg, que seguramente llegaba tarde a todas sus citas. Es muy emocionante. Creo que es la mejor que he escrito y la editorial “Libros para todos” comandada por Octavio Colmenares, ha amenazado con lanzarla con bombo y platillo en todos los países de habla hispana. Prometo que tú, lector querido, serás el primero en verla y espero que en comprarla.

Recién descubrí y empecé a interactuar en Twetter. Nadie puede quedarse a la vera de los nuevos medios de comunicación. Como tú eliges a quien seguir, lees lo que te da la gana, en mi caso escritores, editoriales, agencias de noticias y basta desplegar mi muro para enterarme en tiempo real de las noticias más importantes del mundo. Como ejemplo, ayer supe antes que la propia editorial lo publicara, que el colombiano Juan Gabriel Vázquez, había ganado el Premio Alfaguara con su novela “El ruido que hacen las cosas al caer”. A pesar de ser uno de los derrotados, ya que “La dueña de las mareas” estaba compitiendo, acepté con dignidad mi derrota y compraré el libro para ver cómo escribe quien me ganó.

Les comparto aquí mis últimos twetts y los convoco a seguirme.

“Buscaba Calderón un chivo expiatorio para cargarle todas las culpas, y sólo encontró a un cordero Pascual.”

“En vista de que no se puede razonar contigo, te voy a obsequiar mi más enérgico unfollow.”

Y creo que es suficiente por hoy. No quiero cansarte en esta primera entrega con tanto rollo. Espero que me sigas todos los días. 

Te dejo un poema de despedida. 


Revuelta de colores

La casa se llenó de primavera

con sólo abrir una ventana

sin darme cuenta del calendario.

Cien pájaros chiflados,

mil mariposas con aspiración

a mantarayas del cielo,

un millón de abejas desafinadas

y una libélula con ansias de helicóptero

decidieron, a las seis de la mañana,

que era hora de que despertara

y organizaron una revuelta de colores

en mi propio jardín sin

que nadie los hubiera invitado.

La casa se llenó de primavera

y me estoy volviendo loco con

el aroma de las flores de sangre azul

y los efluvios primigenios

de las muchachas que bailan en el parque

como si fueran ninfas de la Arcadia.

¿Alguien sabe adónde se largó el invierno?

Me gustaba más conversar con el viejo.