lunes, 28 de marzo de 2011

Inspiración


A veces la imagino caminando por una calle desierta
en ciudades o pueblos que sólo existen en los libros
de ficción, por que renuncian a ser color del mapamundi
como ella, que exige ser borrada de la asamblea de musas
manoseadas por los poetas desvelados y malditos que
pretenden poseerla como si fuera un objeto de consumo.

Otras  veces la supongo pasando descalza por la playa
al ritmo sincopado de Jobim y la Garota de Ipanema
escoltada por un coro de gaviotas y pelícanos audaces,
ignorando con su misteriosa sonrisa de gajo de mandarina
a los curiosos que quieren tomar prestada su identidad
para convertirla en protagonista central de sus libretas.

Unas veces la intuyo bailando abrazada a las tres gracias  
flirteando con la inspiración renacentista del maestro
con la mano en la frente cual gaviera del más alto velamen
anunciando  el arribo presagiado a las tierra prometida, o
el encuentro cercano del tercer tipo con una luna tan llena
que resultaría imposible añadirle un gajo más de luz.

Por momentos la sueño atrapada en la pauta de las saudades
disfrazada de clave de sol a rápel en el más alto pentagrama,
llevando en sus brazos la tristeza de todos las historias escritas
para bañar las cinco tierras y las siete aguas con lágrimas de sal
que se enhebran en cuentas de marea produciendo rosarios
y nudos en la garganta a la turba sedienta de los marinos.

Pero a veces la encuentro zapateando por el negro de mis teclas,
poniendo a punto  las pasiones en su caldero de voces anónimas,  
saltando cercas con los borregos exorcistas del insomnio
y cobijándose en la sábana blanca de mi plectro adormecido
para admitirme en el vacío de los renglones vagabundos
y dar a luz a mis locuras convertidas en palabra nueva.   
  




3 comentarios:

Carlos Gamissans dijo...

Me gustó el poema. Ánimo con el blog y esa carrera literaria tan prolífica. Yo también he sido fulminado por la letra y ahora trato de recoger las astillas.

Álvaro Ancona dijo...

Bienvenido Carlos: La letra es una enfermedad que no tiene cura. Pero produce enormes satisfacciones.

Ana Muela Sopeña dijo...

Hermosísimo poema, Álvaro. Estoy buceando en tu mundo hoy.

Has conseguido unas imágenes muy potentes en este poema.

Te dejo un abrazo y

mi cariño y admiración de siempre
Ana